El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha es uno de los principales pilares económicos de la región, con una importante contribución en el PIB regional (7%). Es además la base de una economía rural de una población que se distribuye en más de 900 municipios, la mayoría de menos de 5.000 habitantes, que genera más de 130.000 explotaciones agrarias y ocupa al 6% de la población activa. Más de la mitad de la superficie regional se dedica a la agricultura y ganadería, destacando por su importancia los cultivos de la vid, el olivo y el cereal, y dentro de la ganadería, el porcino y avícola en intensivo y el ovino-caprino, que sirven de materia prima a más de 2.500 empresas agroalimentarias.

Por otra parte el sector agrario es una de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, con una aportación del 15% del total regional, y situándose como segundo emisor de la región, por detrás del sector transporte, como consecuencia de la crisis, manteniendo cierta estabilidad de las emisiones a lo largo de este siglo. Además el sector agrario es unos de los principales receptores de los impactos del cambio climático, que obliga a establecer estrategias de adaptación y mitigación.

Conocer, estudiar y valorar las implicaciones entre el sector agroalimentario y el cambio climático, sus interrelaciones, contribuciones y consecuencias del cambio climático en las producciones, así como las posibles respuestas y adaptaciones es la finalidad que tuvo esta sala dinámica.
 

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