Paradojas sobre el capital natural
- Lo que en un sitio vale, en otro no: los eucaliptos gallegos
“El valor es in situ. Las consecuencias ambientales en un sitio no son lo mismo que en otro” “Estudiamos por ejemplo el eucalipto y decimos, es ruinoso, se necesitan 20 euros de agua para conseguir un árbol que otro sector de agricultura no va a emplear. Pero ocurre que puedes ir a Galicia y que el agua sea gratis y sea rentable comercialmente.(…) Lo que hacemos nosotros es incorporar tanto los coste privados y públicos del eucalipto y los daños ambientales correspondientes, el paisaje, la biodiversidad….”
- Aparentemente fácil de calcular pero lleno de matices: los tejones de la finca
A la hora de evaluar los servicios ambientales de una finca hay que tener en cuenta que “un tejón no vale nada. Pero si un tejón está en peligro de extinción y cuenta con planes de conservación entonces sí vale”.
- El valor actual es el de su futuro: la bola de cristal
“El capital natural es una quimera, es una ficción. El capital natural no vale por lo que ha rendido en el pasado, vale por lo que pensamos que va a rendir en el futuro. ¿Y cómo es el futuro? Una bola de cristal.” (…) “Por tanto el capital natural es un concepto sobre la base de lo que esperamos que en el futuro los humanos van a valorar. ¿Y cuándo es ese futuro? El infinito".
- Vale lo que la sociedad quiera que valga: los bosques y las camas de hospital
“En la Biblia no está escrito que tiene que haber dos millones y medio de alcornocales en el mundo. Lo que nos debe preocupar es que la variabilidad genética del alcornocal no se pierda. Pero que haya más o menos depende de la convención social.” (…) “A ver si nos vamos a poner a retirar camas de hospitales porque hay que restaurar dos millones y medio de alcornocales. Ya veríamos si es necesario o no. Si la sociedad lo quiere hacer, pues allá ella….pero el coste de la restauración lo tiene que pagar".
Imagen: Cross Duck/Flickr