¿Y si usamos Pokemon Go para identificar especies?

El equipo de Ecoavantis, con Cristóbal Duarte el primero por la izuquierda, durante la celebración del Conama Local en Málaga en 2015.

Como cada año Conama 2016 estrena app. Facilitar la participación en el congreso ofreciendo el acceso sencillo, atractivo, transparente y completo a todas las actividades es su principal objetivo. Con sus creadores, la empresa EcoAvantis, nos atrevemos a dibujar cómo va a ser la comunicación ambiental del futuro.
 
“La comunicación será visual y por vía digital en lo posible”, afina Cristóbal Duarte de la consultora EcoAvantis. En el caso de contenidos ambientales, si cabe, este esfuerzo debe ser mayor ya que “las complejidades de los conceptos los hacen complicados y áridos para el ciudadano de a pie. Háblale de mercados de carbono o de eficiencia energética, y  si encima tienes que competir con un bombardeo de temáticas de todo tipo, la dificultad es aún mayor”, explica Duarte.

“Es cierto que hay casos en que también hay que tener en cuenta las vías off-line, especialmente, los medios de masas tradicionales, pero hoy en día todos estamos enganchados al teléfono o a la tablet. Casi todo el público objetivo menor de 40 años lee el periódico en el móvil o se informa por Twitter de camino al trabajo. ¿Por qué no utilizarlo para introducir la información ambiental?”, añade el portavoz de EcoAvantis.
 
La apuesta clara por las nuevas tecnologías es uno de los mimbres con los que entretejer la comunicación ambiental del futuro, junto a la creatividad del diseño y la especialización. Así lo ve, y lo pone en práctica Ecoavantis, incluso a la hora de definirse como empresa. “De hecho en nuestra web jugamos un poco con eso interpelando al que entra en ella ¿qué somos? ¿una consultora? ¿una agencia de comunicación especialista? mejor, mira lo que hacemos”, invita Duarte.

DESCÁRGATE LA APP DE CONAMA 2016

 “Las agencias de comunicación suelen ser generalistas, que lo mismo te hacen algo sobre una pasta de dientes que sobre sostenibilidad. Pasa lo mismo con los desarrollos web. Nosotros estamos especializados en temática ambiental y responsabilidad social corporativa y nuestros clientes no tienen necesidad de explicarnos qué es la huella de carbono, porque ya conocemos los conceptos. Ellos lo consideran un valor añadido”.

Conocer la temática es una primera ventaja, pero la parte complicada es traducirla y además hacerla atractiva, ¿cuál es la fórmula mágica? “Hay muchos ingredientes: creemos que hay que quitar a los temas ambientales la vertiente negativa, ofrecer una visión optimista y evitar echar la culpa a la gente de los problemas. También generar curiosidad. A veces tienes que convertir en una versión digital interactiva un documento arduo de decenas de páginas. Nosotros hacemos infografías, vídeos animados, para convertir esa información eminentemente técnica en algo visual, asequible y muy entretenido que suscita la búsqueda. Así la gente va accediendo a la información en un sistema de capas cada vez más profundas, en función de su propio interés y curiosidad. Y todo ello hay que hacerlo, claro, sin perder la transparencia”.
 
¿Y una tecnología con muchas posibilidades para el futuro? “Diría que las aplicaciones de realidad aumentada, que puede servir para descubrir un parque natural o para ir mostrándote la biodiversidad urbana durante un paseo. Fíjate que ya se habla de aprovechar el famoso Pokemon Go, que lleva 500 millones de descargas, para que los usuarios identifiquen especies mientras juegan”.