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¿Cuánta contaminación respira un ciclista urbano?

07/11/2016 - Pilar Bayón

En Pamplona se lleva a cabo un proyecto con bicivoluntarios para recolectar datos sobre contaminación y crear una app  que determine la calidad del aire urbano, la distribución de contaminantes y las rutas más saludables para los ciudadanos                                   



 

Los altos niveles de contaminación en Madrid han hecho saltar las alarmas en los últimos días. La preocupación de los ciudadanos por saber si podían conducir un vehículo privado y por dónde ha puesto en jaque a las administraciones públicas y han convertido el asunto en noticia, como suele ocurrir con todo lo que ocurre en la capital. Pero Madrid no es la única ciudad de España que sufre problemas de contaminación.

Frente a este problema generalizado se están llevando a cabo todo tipo de iniciativas locales. Una de ellas es que se realiza en Pamplona dentro del proyecto Life+Respira (2014-2017) coordinado por la Universidad de Navarra y financiado por la Comisión Europea.

Este proyecto de investigación utiliza Pamplona como ciudad piloto para demostrar que es posible disminuir la exposición de las personas a contaminantes atmosféricos urbanos. Para ello, utiliza como herramienta el bicivoluntariado, es decir,  ciclistas urbanos que se comprometen a llevar un analizador de contaminantes móvil cuando recorren la ciudad.

María Isabel Gómez, investigadora de la Universidad de Navarra y coordinadora del bicivoluntariado, explica que los analizadores tienen en su interior sensores electroquímicos que detectan cada 10 segundos los distintos gases (óxido de nitrógeno, dióxido de carbono, ozono, etc.) que hay en cada punto del trayecto.



Los datos son recopilados y almacenados con el objetivo de elaborar mapas urbanos de contaminación, complementar la información obtenida de las estaciones fijas de medición, determinar de forma más precisa qué condicionantes generan la acumulación de los gases (gran intensidad de tráfico, ausencia del arbolado, morfología de las calles, etc.) y establecer una movilidad más limpia en esos puntos que evite el aumento de contaminación.

María Isabel Gómez explica que desde que empezó la recogida de datos en 2015, la ciudadanía ha respondido de forma muy positiva y hay más de 160 personas registradas para participar. “Todos los voluntarios no actúan a la vez ni con la misma intensidad. Tenemos un total de 50 aparatos para todo el grupo y un sistema de intercambio. Esto genera un gran volumen de datos que se debe analizar y, por el momento, únicamente hay resultados parciales", indica.

El objetivo final del proyecto es que, a partir de estos datos, se genere una aplicación móvil.  Por un lado, según explica la coordinadora de bicivoluntariado, esta herramienta permitiría a los ciudadanos elegir las rutas más saludables, es decir, aquellas por las que se deban mover para respirar menos contaminación.  Por otro, serviría también como herramienta para facilitar la toma de decisiones de gestión y calidad ambiental de las administraciones públicas.


Con la ayuda de iniciativas como el Proyecto Life+Respira, los ciudadanos y ciudadanas podrían tener, al alcance de la mano, información sobre la calidad del aire que respiran, las rutas que  deberían evitar o qué transporte se puede utilizar en diversos días. De esta forma, se evitarían episodios de incertidumbre como los ocurridos en los últimos días en Madrid.
    
Para obtener más información sobre planes de gestión urbanístico, calidad del aire e iniciativas como Life+Respira, Conama 2016 organiza la sesión técnica Hacia un mix de movilidad. Reducción del vehículo privado (ST-6), la sesión técnica Salud, movilidad y calidad del aire (ST-7) y sesión técnica La Bicicleta necesita un Plan Estatal (ST-8). Todas ellas tendrá lugar en la Sala Montevideo del Palacio Municipal de Congresos. Puedes consultar el programa en este enlace