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Cierre de emplazamientos industriales.

Autor: Eduardo Ortega
Ramboll Environ, S.L.
Otros autores: Joana Barbosa (Ramboll Environ, S.L.)
Tipo: Comunicación técnica panel
Temática: Renovacion urbana
Documentos asociados: Doc. Panel
Resumen:
Una planta industrial puede decidir en un momento dado el cierre de operaciones por motivos de negocio. En este contexto, la planta industrial puede 1) utilizarse para continuar con la misma producción pero con otro inquilino o dueño, 2) utilizarse para producir algo diferente o 3) demolerse y vender el terreno para el mismo u otros usos. Para aquellos casos en los que el cliente no disponga de personal capacitado y/o la planta tenga una complejidad especial relacionada con aspectos de seguridad y salud o medioambiente que requieran de un criterio experto, Ramboll Environ ha desarrollado un procedimiento para el cierre de emplazamientos industriales en 4 etapas:
Etapa 1 Closure Planning, que puede incluir 1) una investigación inicial de la calidad del subsuelo, 2) reuniones con la administración y con otras partes implicadas, 3) preparación de documentación inicial (Closure Plan) para la administración, 4) estimación inicial del coste del cierre con valoración inicial de activos y pasivos, 5) gestión de permisos iniciales.
Etapa 2 Procurement, que puede incluir 1) la pre-cualificación de contratistas, 2) preparación de la documentación para solicitar oferta a los contratistas para el desmantelamiento, demolición y gestión de residuos, 3) evaluación de ofertas de contratistas y 4) asesoramiento y apoyo en preparación de contratos.
Etapa 3 Supervisión del cierre, que puede incluir 1) supervisión y control de los trabajos de cierre, 2) asegurar cumplimiento legal, 3) asegurar cumplimiento de requerimientos de seguridad y salud, 4) control y gestión de proyecto, 5) documentación e informes periódicos, y 6) validación de la calidad del subsuelo.
Etapa 4 Informe Final. En definitiva estas cuatro etapas se pueden adaptar a cada caso concreto en función de los objetivos del cliente y para asegurar un cierre ordenado de la planta, asegurar el cumplimiento legal y los requisitos de seguridad y salud, evitar la transferencia de pasivos medioambientales, de contaminación cruzada o de seguridad y salud al nuevo ocupante de las instalaciones, maximizar el valor de los activos y gestionar adecuadamente los pasivos (incluyendo la gestión de los residuos), y por último, documentar todo el proceso.