Ir a canal FaceBook de CONAMA
Ir a canal Twitter de CONAMA
Ir a canal LinkedIn de CONAMA
Ir a canal YouTube de CONAMA

El proyecto Brainymem, una estrategia de control para minimizar el impacto ambiental de las depuradoras.

Autor: Ana María Álvarez Guerrero
ACCIONA Agua
Otros autores: Teresa de la Torre García (ACCIONA Agua), Marina Arnaldos (ACCIONA Agua), Carlos Rodríguez (ACCIONA Agua), Jorge Malfeito (ACCIONA Agua)
Tipo: Comunicación técnica escrita / Comunicación técnica panel
Temática: Agua; Energía, eficiencia y cambio climático; Tecnología e innovación
Documentos asociados: Doc. Escrito Doc. Panel
Resumen:
En el tratamiento de aguas residuales se producen emisiones directas a la atmósfera de CO2 y N2O, generados ambos durante los procesos biológicos de eliminación de materia orgánica y nitrógeno (Hofman et al., 2011). Así, las emisiones de N2O de las plantas de tratamiento de aguas residuales aportan el 26% de la huella de carbono de todo el ciclo del agua (Kampschreur et al., 2009). Aparte del impacto sobre la atmósfera, las EDAR también conllevan un impacto sobre las aguas receptoras. Existen sustancias recalcitrantes conocidas como contaminantes emergentes que incluyen desde fármacos a productos de higiene personal y nanomateriales, que no son eliminados eficazmente con los procesos de tratamiento convencionales.

El proyecto LIFE-BRAINYMEM® (Advanced-control MBR for wastewater reclamation, www.life-brainymem.com), apoyado y financiado por la Comisión Europea como parte del Programa LIFE+, pretende mediante un sistema de control avanzado reducir las emisiones de gases efecto invernadero y la concentración de contaminantes recalcitrantes en el agua residual. Para conseguirlo se han planteado los siguientes objetivos técnicos: reducir el consumo energético asociado a la aireación de la planta (membrana y biológico) mediante un sistema de control experto basado en datos de planta medidos online con sensores novedosos y evaluar la eliminación de contaminantes emergentes mediante la dosificación de aditivos.

La planta de demostración es un biorreactor de membrana de 60 m3 que trata agua residual urbana real con un módulo de membrana de fibra hueca. El efluente está libre de sólidos y patógenos, con lo que su calidad es óptima para su reutilización. Por el momento, el control ha conseguido reducir en un 20% el consumo energético en un proceso MBR en comparación con la planta trabajando sin control. Además, la eliminación de nutrientes en la planta está siendo satisfactoria y no se ha visto afectada negativamente por la implementación del control experto. En la última etapa del proyecto se prevé mejorar la eliminación de contaminantes emergentes hasta en un 50% mediante la dosificación controlada de ciertos aditivos que mejoran la eficacia del tratamiento.