En 2013, la Comisión Europea presentó la iniciativa 'Energía limpia para el transporte' en la que se trata de poner en práctica los objetivos ya trazados en el Libro Blanco sobre la política de transporte y en las iniciativas para la utilización eficaz de los recursos en la Unión Europea. Para la consecución de objetivos se deben producir cambios en el sistema de transportes y en la política energética, que pasa por una inversión en las infraestructuras de combustibles alternativos.

Estas previsiones adquieren todavía más relevancia en el ámbito del transporte marítimo, puesto que es el principal medio de transporte pesado de larga distancia y es el responsable del 80% del volumen total de mercancías transportadas a nivel mundial, contribuyendo de forma notable a la emisión de gases de efecto invernadero. El empleo de un nuevo modelo energético es esencial para la configuración de este sector estratégico de la economía; por lo que el estudio de las iniciativas de la Organización Marítima Internacional unidas a las previsiones de la Unión Europea nos ofrece una perspectiva sobre las líneas de futuro, que marcaran la adaptación del transporte marítimo hacia un empleo de la energía más eficaz y eficiente y, sobre todo, más respetuoso con el medio ambiente.